Los congresos son para hablar de muchas cosas.
Nos tememos que en nuestro próximo congreso ICOUL 2023 alguien aborde el tema del metaverso en su relación con el paisaje urbano.
Es posible que se nos diga que, en este campo, junto a los entornos públicos y privados que forman el espacio urbano, es necesario tener un cuenta el entorno multiusuario perpetuo y persistente que fusiona la realidad física con la virtualidad digital.
El metaverso, como universo de post realidad, nos aporta la coincidencia entre la realidad virtual y la realidad aumentada, lo que nos ha de permitir sumar a lo cotidiano interacciones multi sensoriales con entornos virtuales, objetos digitales y personas. Así aprenderemos que al tener en cuenta el metaverso, el estudioso del paisaje está en disposición de añadir una red interconectada de entornos inmersivos y sociales en plataformas multiusuario persistentes.
Puede ser interesante escuchar en el Congreso que con los paisajes urbanos del metaverso nos encontramos con una metafora del mundo real que no está necesariamente sometida a sus limitaciones. Entornos urbanos que interactúan e intercambian experiencias virtuales mediante el uso de avatares en el soporte lógico de un ciberespacio.
Quizá se nos informe que en los últimos estudios que se han llevado a cabo, el metaverso del paisaje urbano puede referirse no solo a experiencias virtuales sino también a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de internet en su conjunto, ya que está compuesto generalmente por múltiples espacios virtuales tridimensionales, compartidos y persistentes, vinculados a un universo virtual percibido. No ha de extrañarnos que, en un futuro cercano, el paisaje urbano disponga de su propio metaverso operativo y pueda, a través de gemelos digitales, simular y probar cambios en el paisaje urbano antes de ponerlos en práctica.
Pero no se trata tan solo de que en ICOUL se hable del metaverso. Estamos seguros de que también habrá participantes que, al hablar del paisaje urbano, les encante entretenerse en analizar el concepto y cualidad de la resiliencia asociada con la sostenibilidad. Puede ser importante entender que la resiliencia del paisaje es variable en el tiempo y el espacio y depende en gran medida de las acciones y reacciones del sistema. Descubrir así que el paisaje es más resiliente cuanto mejor pueda mantener los servicios eco sistémicos que requiere la ciudad para ser sostenible.
Otros congresistas puede que se centren en la definición del término de paisaje urbano y su relación con el realismo científico, desde cuyo punto de vista la definición del paisaje urbano reduce su antología a su epistemología. De cómo, desde el materialismo fenomenológico, se puede identificar la influencia de las teorías de la producción del espacio público en la dimensión semiótica final del paisaje urbano.
Hay gustos para todo, y por supuesto que ICOUL lo admite todo. Pero habría que insistir en que ICOUL nació para explicar como, desde una posición transversal en la organización municipal se puede gestionar el paisaje urbano, en base a una marca y a un branding de ciudad. Una marca que, con el tiempo, una vez reconocida por la sociedad, sea capaz de aglutinar los consensos que conduzcan a una política urbana de colaboración público privada, basada en la complicidad y en la participación ciudadana.