De bien nacido es ser agradecido

El Ayuntamiento de Barcelona nunca agradeció suficientemente las ayudas del sector privado que contribuyeron a completar los escasos recursos disponibles para estimular los actos de protección y mejora del paisaje urbano.

Cierto es que el merchandising de la campaña Barcelona, posa’t guapa se basó en gran parte en los actos de agradecimiento a las entidades y empresas colaboradoras, pero nunca se produjo un acto público conjunto de reconocimiento a aquel esfuerzo patrocinador titánico de empresas y entidades.

La difusión de la marca “guapa” se hacía mediante campañas periódicas de publicidad en los medios, en las que aparecían personajes populares: artistas, deportistas, actores… desde Antoni Tàpies a Sito Pons o el Màgic Andreu, recomendando poner guapas las fachadas, insonorizar y aislar las viviendas o arreglar los jardines. A cambio de estas campañas, que el Ayuntamiento pagaba religiosamente, los medios de comunicación firmaron acuerdos por los que aportaban espacios gratuitos en sus cadenas o periódicos en los que se agradecían los patrocinios y colaboraciones obtenidas, destacando el valor patrimonial de lo rehabilitado.

Por esta campaña de “Gracias Guapos” iban apareciendo todas las marcas habidas y por haber que habían hecho posibles acciones de mejora por medio del acuerdo, el pacto o el convenio: Titánlux, Procolor, Coca Cola, El Corte Inglés, Repsol, SEAT, Azko, Fundación Sikkens, Enher, Agroman, Ford, Freixenet, Pirelli, Codorniu, Moët&Chandon… y así hasta algo más de 2.000 acuerdos firmados mientras sobrevivió la marca “posa’t guapa”.

Tanta diversidad dificultaba realizar un acto conjunto de agradecimiento a la eficaz tarea de la colaboración publico privada, que quedó pendiente, y que probablemente aún estaríamos a tiempo de realizar.

Es cierto que también es difícil personalizar en alguna referencia concreta un homenaje a todos y tantos que hicieron aportaciones. Si algún día se hiciera ese homenaje habría que elegir alguna de esas marcas para que, en nombre de todas, recibiera escenográficamente el agradecimiento público.

Para ser realistas, habría que reconocer que llegamos un poco tarde. Hegel nos decía que solo lo que es “sensato” es lo que tiene posibilidades de sobrevivir. En la actualidad, en ausencia de una marca, de todo aquel marco de colaboración solo sobrevive en su aspecto más comercial, la proliferación de lonas publicitarias.

Habrá que resignarse a la realidad, aunque nos resistimos a someternos a la lógica hegeliana de que lo que sigue vivo es lo correcto, y menos aún de que lo correcto es lo que sigue vivo. Por lo que a nosotros respecta, ¡gracias guapos!

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