La epistemología de la ciencia del paisaje urbano

ICOUL como congreso internacional de paisaje urbano ha reunido intereses diversos explorativos sobre el concepto del paisaje. Hay personas que les basta con especular sobre las diferencias entre paisaje urbano y espacio público; pero hay otras -forma parte de la naturaleza humana- que pretenden ir más allá y olvidan los conceptos estéticos o de gestión para abordar el paisaje urbano desde un punto de vista científico.

En los años que por causa de la pandemia se interrumpió la celebración del congreso, en las reflexiones con los compañeros cubanos se planteó dar cabida a un análisis científico del paisaje. En realidad, no es ninguna novedad, hace tiempo que geógrafos y ecólogos reclaman su propiedad del concepto del paisaje.

En el curso de esas conversaciones descubrimos que ya en 1992 tuvo lugar en Barcelona la publicación, por parte de un grupo de científicos de la Universidad, capitaneados por la geógrafa María de Bolòs, del Manual de la Ciencia del Paisaje (1). En él destaca la consideración específica del paisaje urbano que en su coincidencia cotidiana con la gente se concreta en un sistema «físico-bioticoantrópico».

Es generalmente aceptado que la ciencia del paisaje urbano nació a finales del siglo XIX en Rusia, entre las grandes escuelas de geografía que aún siguen aplicadas en resolver los problemas epistemológicos de esta nueva ciencia.

Es verdad que el concepto de paisaje urbano esta sometido a infinidad de complejidades y ambigüedades que hacen que numerosos especialistas se entretengan tratando de precisar un concepto único. La propuesta que se nos hacía como Congreso es que diésemos prioridad al realismo científico por el que la antología del paisaje urbano se podría reducir a su epistemología.

Llegamos a considerar la viabilidad de una ponencia en la que se discutiese la Metamorfosis circadiana en el paisaje urbano desde la epistemología. Una temática compleja que se nos planteaba en relación con los trabajos de la arquitecta Gabriela Bustos y el filósofo Víctor Martín Fiorino de la universidad de Zulia, en Maracaibo, Venezuela. La propuesta era tentadora; pero afortunadamente volvimos a lo nuestro: la gestión del uso del paisaje urbano.

ICOUL se basa en un proyecto sencillo y simple en el que tienen cabida economistas, arquitectos, abogados y desde luego ecólogos y geógrafos.

Se trata de contar con el liderazgo de un alcalde que se sienta con fuerzas para impulsar un proyecto colectivo que suscite la complicidad de la ciudadadanía y del sector privado, el consenso de todos los partidos políticos. Un proyecto que hay que vender como parte del city branding. Eligiendo una marca adecuada (que no siempre es fácil) que incite a todo el mundo a hacer algo por sí mismos y que suscite la colaboración de los medios de comunicación. Una campaña que tenga un tiempo por delante para poder hacerse realidad.

Esto fue lo que se hizo en Barcelona y ¡funcionó!

Esto es lo que intentamos hacer ahora desde ICOUL

(1) Manual de la Ciencia del Paisaje (editado por Masón S. A. Barcelona)